Reflexión fin de curso
Un año más llega el fin de curso y es momento de
hacer balance, balance de un curso diferente….El cierre de los centros
educativos, la suspensión de las clases presenciales, el confinamiento forzoso,
ha supuesto un cambio en la práctica educativa que ha evidenciado las carencias
de nuestro sistema educativo, agudizando las desigualdades ya existentes y
azotando a los más vulnerables.
La docencia dentro del aula ha sido
sustituida por una docencia virtual a la que no todos han tenido acceso de
igual modo (falta de conexión estable a internet, falta de recursos digitales,
escasa competencia digital...). La incertidumbre y la improvisación inicial han
supuesto retos importantes para todo el alumnado y, especialmente, para nuestros/as
chicos/as, quienes han tenido que hacer frente, entre otros, a la
brecha digital. Muchas familias no disponen de los medios necesarios, ni de la formación suficiente para
realizar una enseñanza virtual, lo que ha dificultado el seguimiento del ritmo
académico. Aun contando con los medios para poder llevar a cabo una enseñanza
telemática, el alejamiento de la escuela como espacio de desarrollo del
alumnado ha supuesto una gran presencia del ámbito familiar. El proceso de
enseñanza aprendizaje ha quedado delegado en las familias, quienes han asumido el
rol de docentes. La mayoría de los centros ha trabajado con plataformas
educativas en las que han volcado los contenidos, tareas y deberes para su
ejecución en casa; así pues, la participación y conexión del alumnado con la
vida académica ha dependido en gran parte de las herramientas disponibles y el
apoyo que le haya podido brindar su familia, en ocasiones escaso o condicionado
a la formación, a la compatibilización con su horario laboral, la existencia de
otras responsabilidades que atender, etc.
Pero, pese a las circunstancias, pese a
los hándicaps con los que se han encontrado, nuestros/as chicos/as han sido
constantes trabajando y esforzándose día a día. Han superado satisfactoriamente los retos que
se les han presentado, demostrando una vez más que TODOS aprendemos y nos adaptamos
a las circunstancias. La ACTITUD es la clave.
Para ello, han contado siempre con el apoyo incansable de
sus familias, a quienes debemos agradecer su implicación. Han realizado un
esfuerzo inestimable para que sus hijos hayan podido seguir el ritmo académico.
Raquel Martín Vaquero
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