Fin de curso 2020-21

Con esta entrada, desde el área de Educación, ponemos punto y final a otro curso más. Un curso que comenzó con la adaptación de los espacios en los centros educativos, con la señalización, el uso de mascarillas, termómetros, distancias sociales, grupos burbujas... todo ello para garantizar el bienestar y la seguridad de los alumnos/as. También con muchos miedos e incertidumbres. 

Pese a estas dificultades iniciales, nuestros chicos/as supieron adaptarse y superar con éxito todos los contratiempos que han ido surgiendo.

¡Nadie podía imaginar que terminaríamos el curso cómo lo habíamos empezado, de manera presencial!


La educación es clave para la reducción de las desigualdades, por ello es imprescindible asegurar el acceso y la continuidad en el proceso educativo de los colectivos más vulnerables, como son los alumnos/as con Síndrome de Down; quienes, pese a la presencialidad, se han vuelto a topar con barreras que les limitan acceder, avanzar y, sobre todo, participar activamente en el aula.

La participación es uno de los pilares de la inclusión, es por eso importante brindar oportunidades de participación en el aula a todo el alumnado, sólo así se sentirán parte del grupo, respetados y aceptados. El aula debe ser un lugar donde todos los alumnos/as se sientan valorados.



Al igual que la inclusión, la participación en el aula es un derecho, un derecho que en muchos casos se está vulnerando con nuestros/as chicos/as, a quienes no se les brinda la oportunidad de participar en el aula y trabajar los mismos contenidos que el resto.

El mero hecho de estar presente en el aula no garantiza la inclusión si no se promueve la participación.
Son muchos los beneficios que aporta la participación en el aula al alumnado.

Algunos de los que destaca la plataforma de Organizaciones para la infancia son:

  • Mejora las capacidades y potencialidades personales.
  • Favorece la autonomía.
  • Se configura una mayor personalidad y se fomenta el sentido crítico.
  • Se incrementan las relaciones personales y el intercambio de ideas.
  • Mejora la autoestima, la creatividad, la capacidad de razonamiento y elección.
  • Se desarrolla la capacidad de escucha, negociación y elección de alternativas.
  • Conocimiento del entorno que le rodea, permitiéndoles tener una mayor confianza para desenvolverse en él.

Así pues, el próximo curso seguiremos luchando para garantizar no sólo la presencia de nuestros usuarios con Síndrome de Down en el aula, sino para favorecer su participación.
Para ello, debemos cambiar nuestras prácticas educativas, desechar el libro de texto y diseñar actividades por y para todos. No hay una única forma de enseñar como no hay una única forma de aprender. 

A lo largo de estos meses se han aportado distintas estrategias metodológicas, pero seguiremos compartiendo, durante el próximo curso, en este blog, estrategias para mejorar la participación de nuestro colectivo en el aula.

Finalmente, nos gustaría agradecer a las familias y a los docentes su esfuerzo y  animar a seguir avanzando, a formarse, y sobre todo a CREER en las CAPACIDADES de todos los alumnos/as.

Gracias a la Excma Diputación de Cáceres y a la Fundación Valhondo un curso más por seguir apostando por nuestro proyecto "Enséñame". Con el cada curso escolar damos un pasito más hacia la inclusión de nuestros chicos/as con Síndrome de Down.

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